A veces me emociono leyendo las experiencias que nuestra comunidad de mamás expertas comparte en sus blogs. Ésta ha sido una de esas veces. Sheila, autora de Palabra de madre cuenta en este post cómo se sintió cuando le dijeron que el nacimiento de su bebé sería a través de una cesárea programada y cómo, posteriormente, se desarrolló todo el día que tuvo lugar la intervención quirúrgica. Su testimonio es muy emotivo y con un buen toque de optimismo, como sabes que me gusta. Por ello, he querido recomendarte que lo leas, sobre todo, si vas a tener que pasar por lo mismo.
Comprendo ese sentimiento del que habla Sheila, de estar perdiéndote algo para lo que te llevas preparando mucho tiempo (en su caso el parto, para mí fue la lactancia), pero también me gusta cómo lo superó, siguió adelante y hasta disfrutó de las ventajas de la situación. Sí, ¡me he reído mucho con ese momento de coquetería de la manicura y la pedicura! Aunque parezca superficial, a mí también me preocupaban esas cosas… Es cierto que cuando tu parto no está programado, como el mío, sino que estás esperando a que el bebé quiera nacer (como ya te he dicho otras veces no hay que echar ni cuenta a lo de la fecha probable de parto), te pasas todo el tiempo repasando la depilación, ¡no vaya a ser que al final no te pille preparada!
Además, aunque yo no he vivido una cesárea, me he sentido identificada con ella en muchos aspectos. Como mamá primeriza y mujer aprensiva que soy también me daba mucho miedo tener que someterme a una intervención quirúrgica y todos los riesgos que conlleva. También dicen que el postparto es mucho peor, aunque nunca se sabe… Pues finalmente, como Niño Maravilloso pesaba 4,5 k, ¡mi postparto fue tan malo que quizá me hubiera ido mejor con la cesárea!
Si ése es tu caso, si tu bebé viene de nalgas, o por cualquier otro motivo ya te han anunciado que tu bebé debe nacer a través de una cesárea programada, este artículo es perfecto para ti. Creo que ése es uno de los motivos principales de que exista una comunidad tan grande e interesante de mamás bloggers: ¡compartir experiencias y ayudarnos las unas a las otras! En la red siempre encontrarás a una mamá experta que haya pasado por lo mismo antes que tú.