A las 12 semanas comuniqué a la mayoría de gente a la que conozco que Niño Maravilloso estaba en camino, y bueno, más o menos igual sucedió con Niña Preciosa. Así que desde ese momento empezaron a llover los regalos para los bebés.
En el primer embarazo todo me pilló de sopetón y no pensé que mis amigos y familia empezaran a regalarme cositas desde tan pronto, así que la primera ropita de mi bebé fue un regalo de mi madre: un conjuntito precioso para la primera puesta de color blanco que me robó el corazón. Por la contra para mi Niña Preciosa, y sabiendo que los regalos iban a llover por todos lados, decidí que un día antes de hacerlo público yo iría a comprarle su primera ropita, y me decanté por un vestidito para el primer mes, esta vez quería ser yo la primera en pensar en mi pequeña.
¿Cómo elegir la primera ropita del bebé?
Mis consejos para elegir bien la primera ropita del bebé son los siguientes:
- Algodón orgánico: es bastante normal que los bebés sufran diversos grados de piel atópica, el algodón orgánico les ayuda a no desarrollar síntomas y en todo caso es más respetuoso con la piel.
- Comodidad por encima de todo, y por encima de todo quiero decir por encima de TODOS LOS LAZOS del mundo. A nadie le gusta más que a mi verlos monísimos pero sobre todo que no puedan tragarse o ahogarse con una cinta o lazo.
- Fácil de limpiar porque un bebé se mancha de todas las maneras posibles.
- Fácil de quitar y poner ya que vas a tener que cambiar el pañal un montón de veces al día.
- Fresquita en verano y abrigadita en invierno pero sin que tenga miles de capas.
- No necesitas miles de manoplas ni de gorritos, así que limita la compra de estos productos.
- Para finalizar, nunca tienes suficientes bodies.