Idoia, madre experta de dos hijos de 5 y casi un año y autora de yademasmama.com nos cuenta su experiencia en esto de la bi-maternidad… ¡Intensidad máxima! Aquí nos cuenta su experiencia
Compartir mi vida con mis dos peques es maravilloso… ¡Compartimos momentos únicos! Como mi ratito favorito del día: el despertar, porque mi bebé se despierta siempre de buen humor, da igual cómo hayamos pasado la noche. Es un momento muy cariñoso, en el que siempre nos regala sonrisas. Me gusta abrazarla y acunarla en ese momento, respirar su olor a bebé e irme a trabajar con ese recuerdo. Es como una manera de reiniciarnos: aunque no hayamos apenas dormido, la achuchamos un rato y volvemos a comenzar de nuevo.
Creo que con este segundo bebé fuimos mucho más conscientes de todo como padres y lo disfrutamos más, de una forma más relajada y natural, sin tantos miedos como al primero. Eso sí, lo más complicado era organizarnos siendo ya cuatro en la familia, sin dejar de lado al mayor (que era un tema que nos preocupaba mucho) Repartimos tareas y yo me tuve que centrar más en el bebé y mi marido en el mayor. Lo cierto es que nos costó también volver a seguir el ritmo de un bebé, algo que ya teníamos olvidado, pero poco a poco lo conseguimos (y en esas andamos). Nuestro hijo mayor aceptó muy bien la llegada de Ane y yo me sentía pletórica después de un buen parto.
De este primer año de Ane,,mi bebé, he disfrutado mucho el volver a tener un bebé recién nacido. La he acunado mucho y le he dado millones de besos en este tiempo. Durante la baja maternal (qué corta se me hizo) la disfruté muchísimo…. Ahora echo de menos aquellas mañanas en exclusiva dedicadas a pasear y a jugar con ella. Por las tardes, como vamos a buscar al mayor al colegio, ya no hay tanto tiempo para jugar así.
Pero bueno, la baja se acaba y hay que pasar por el duro momento de la vuelta al trabajo y las noches. Ane dormía bien hasta que me reincorporé al trabajo tras la baja maternal, y desde entonces se despierta muchas más veces por la noche… Y aquí la bimaternidad y la experiencia no cuentan porque… ¡Estamos durmiendo peor con la segunda que con el primero! Lo que sí sé ahora es que esto es una fase y que pronto pasará.
La organización con dos hijos también es diferente, hay momentos de mucho estrés, sobre todo cuando te demandan a la vez o cuando tienes que hacer que sus ritmos tan diferentes se complementen, porque siempre hay uno que sale perdiendo. ¡Sigo trabajando en ello! Pero oye, esto me ha dado otro de los momentazos de mi maternidad: el haber vivido la complicidad y el cariño entre hermanos tan de cerca. Parece mentira lo rápido y fuerte que se crea esta conexión. Ane siempre busca a su hermano, lo adora. Disfruto muchísimo viendo cómo juegan juntos y cómo se ríen a carcajadas, diciéndoselo todo con una mirada. Son momentos impagables, en los que me siento muy orgullosa de mi familia, y este sentimiento es el que me hace feliz.
Gracias Idoia por una historia de madre tan honesta, real y… ¡Bonita! A seguir disfrutando de este momento.