Niño Maravilloso se ha zampado su primer bistec. Estoy feliz y muy orgullosa. Sobre todo porque me parece genial que poco a poco vaya comiendo de todo para así no tener que cargar con el tupperware a cada cena de amigos o salida al restaurante que decidimos hacer. Definitivamente, la etapa de las papillas es un rollazo y ahora que ya he salido de ella me siento libre de decirlo sin desmoralizarme.
No obstante, este post no es para jactarme en la cara de las mamás que empiezan a introducir su primera papilla, lo que quizá sea tu caso, ni para desmoralizarte, sino todo lo contrario. Después de todo, tampoco hace tanto que me tocó lidiar con los primeros purés ni tampoco a ti te queda tanto tiempo para que tu pequeñajo desdentado se coma un buen filete. Este post es para ayudarte.
¿Si sólo hace dos días que me preocupaba si la leche que le daba le iba bien?, te preguntarás. Justo cuando empiezas a conocer los trucos de una materia, a desenvolverte como pez en el agua, tu bebé, que es mucho más listo y rápido que tú, ya ha pasado a otra etapa y todo vuelve a cambiar. Vuelves a sentirte tan perdida y desorientada como el primer día… Pues de eso trata la aventura de ser madre, ¿o no?
Así pues, nada de desánimos. Tu bebé tiene seis meses y el pediatra te ha dado la buena noticia: se acabó la lactancia exclusiva, hay que empezar a introducir los alimentos. Primero, los cereales y las papillas de frutas para luego ir paulatinamente dándole a probar los purés de verduras. Hasta ahí todas solemos tenerlo más o menos claro. Pero, otras muchas dudas te asaltarán estos días: ¿qué cantidad de comida debe tomar al principio? ¿en qué horario debo dársela? ¿por qué rechaza la cuchara? ¿necesito echarle sal a su papilla? ¿es normal que terminemos con más comida en nuestros jeans que en su estómago? ¿debo darle leche después de la comida?
Todas estas cuestiones y otras muchas se abordan en el artículo de Planeta Mamá, que te vendrá muy bien para comenzar con su primera papilla y con la introducción a los alimentos de tu bebé. ¡Buen provecho!